Donde viven los monstruos

La adaptación a la pantalla grande del famoso cuento infantil homónimo de Maurice Sendak podría haberse convertido en una película cualquiera si no se hubiera responsabilizado de ella el genial Spike Jonze; en ese momento la película se nutre del universo personal del autor y se convierte en una obra poderosamente original.

El director, alabado por sus innovaciones en el mundo del videoclip (recordemos el inclasificable Praise You, de Fatboy Silm) y con dos de los films más sorprendentes de los últimos años (Cómo ser John Malkovich, 1999 y Adaptation, El ladrón de orquídeas, 2002) deja a un lado las complejas (y ocurrentes) historias que le caracterizan y se centra, esta vez, en una historia que de su mano nunca defrauda y que gustará lo mismo a los adultos como a los niños y jóvenes.